Las operaciones inmobiliarias son diversas (compraventa, permuta, arrendamiento, etc.) y jurídicamente complejas, salpicadas por continuas reformas legislativas (por ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos), y nuevos criterios Jurisprudenciales (por ejemplo, en materia gastos hipotecarios). A lo que se debe sumar la aparición de nuevas tendencias (viviendas de uso turístico, co-living, etc.) y de nuevos actores nacidos a raíz de la crisis económica (SAREB, socimis, etc.), todo lo cual aconseja rodearse de profesionales que dominen la legislación aplicable en el ámbito del Derecho Inmobiliario y puedan, en consecuencia, prestar el mejor asesoramiento a sus clientes en la negociación, toma de decisiones, formalización de contratos, y/o resolución de controversias.